¡Lo solté!
Lo dejé irse por los aires
sabiendo que ya no volvería a mí...
Le di la libertad
pero sabía que no le duraría mucho...
Vi cómo ascendía
y en medio del cielo, ya lejos,
el globo reventó.
Lamenté
que ya no estuviese conmigo
y me llamé estúpido por haberlo hecho...
Y cuando lo tuve
asido a mis manos
pensaba con ansia en la idea
de dejarlo ir... ¡Ay, mi globo!
¿Por qué
teniéndolo conmigo no sabía
qué hacer?, y ahora
que no lo veo más
pienso en todo
lo que habríamos podido hacer...
Como ese globo
mis deseos, uno a uno
comienzan a irse por los aires
y me queda la gana loca
de recuperar el tiempo que ya se fue...