Vista parcial del río Orinoco - Venezuela Doña Bárbara (1929) fue la obra cumbre del escritor venezolano Rómulo Gallegos (1884-1969) y narra el regreso de Santos Luzardo a los llanos venezolanos tras haberse marchado de los mismos cuando niño, para recibir en la capital caraqueña una formación basada en leyes y en los más altos valores de la cultura civilizada. El panorama de los llanos venezolanos se le presentará salvaje y bárbaro a su retorno, sus exóticos habitantes son los que imponen sus propias leyes, sometiendo a los más débiles bajo el imperio de la fuerza, la violencia, el abuso y la tosudez. La mayor de las sopresas y asombros de Santos Luzardo es encontrar una escasa conciencia moral en sus habitantes, que practican alguna forma de corrupción en diversos escenarios de su desenvolvimiento cotidiano.
Simultáneamente, se nos cuenta la vida de Doña Bárbara, una mujer que alguna vez fue una doncella inocente enamorada a la que le desgraciaron la vida cuando unos hombres inescrupulosos, desalmados piratas, le matan al novio además de abusar sexualmente de ella. Desde ese entonces Bárbara decidirá no permitirse nunca más sufrir por hombre alguno ni que alguno de ellos se le ose propasar. Todo lo contrario: será ella quien someta a todo aquel que pretenda conquistarla o a todo aquel de quien se obsesione. Será así que, por ejemplo, llegará a someter a Lorenzo Barquero, un rico hacendado de los llanos del Apure, arrastrándolo a la peor de las ruinas humanas con tal de obtener de éste toda su fortuna y tierras, hasta llegar a enseñorearse como la temida Doña Bárbara, dueña y señora de El Miedo, nombre con el que bautiza a sus cada vez más crecientes propiedades.
De otra parte, Doña Bárbara es también madre, de Marisela, una joven que nació producto de sus amoríos con Lorenzo barquero, el hombre al que arrastró hasta la inhumanidad. Desde un inicio Bárbara se desentendió de su hija, a la que de una u otra manera ha vivido odiando desde que la dio a luz, y a la que odiará más, llegando hasta el enfrentamiento, por el amor de San Luzardo, de la cual ambas se enamorarán.
A continuación, una breve descripción, con fragmentos de la novela misma, que nos presentan a los dos personajes principales de la obra:
Santos Luzardo es un hombre adelantado a su contexto de origen, que ha conseguido forjarse una educación superior de calidad estudiando Derecho y asimilando los valores de una cultura civilizada de paz y respeto al orden y la ley. Es lo que se denominaría "un hombre de bien" que actúa para proteger sus propios derechos y los de su gente. Sin embargo, el haber vivido muchos años en la ciudad no hizo que su "hombría de llanero" desapareciera. Al contrario, sabe combinar la misma con un un espíritu pacificador que le granjea la confianza y el respeto de quienes le rodean, a la vez que hace gala de hidalguía y decisión, cualidades de las que tanto Bárabara como Marisela sabrán enamorarse.
Así es descrito Santos Luzardo por el autor:
Un bongo remonta el Arauca... Abordo van dos pasajeros... Un joven a quien la contextura vigorosa, sin ser atlética, y las facciones enérgicas y expresivas préstanle gallardía casi altanera. Su aspecto y su indumentaria denuncian al hombre de la ciudad, cuidadoso del buen parecer.
Doña Bárbara, a su vez, constituye la antítesis de Luzardo. De carácter arbitrario, violento y oscuro, es la encarnación de la magia y la superstición. Su psicología se explica debido al terrible y doloroso suceso vivido cuando joven, herida en su belleza por quienes se dieron el festín de su doncellez. ella empleará toda su vida en la lucha contra el hombre, buscando venganza. Una de sus víctimas paradigmáticas será Lorenzo Barquero, al que termina acabando física, moral y materialmente.
De otra parte, sus odios se proyectarán hacia su propia hija Marisela en la que ve el triunfo que sobre ella tuvo el hombre. Pero, pese a todos estos sentimientos y actitudes negativas.
Aquí un breve retrato de Bárbara:
... De más allá del Cunaviche, de más allá del Cinaruco, de más allá del Mata... De allá vino la trágica guaricha, fruto engendrado por la violencia del blanco aventurero en la sombría sensualidad de la india. Su origen se perdía en el dramático misterio de las tierras vírgenes...
... En el alma de la mestiza tardaron varios años en confundirse la hirviente sensualidad y el tenebroso aborrecimiento del varón...
... Ni aún la materidad aplacó el rencor de la devoradora de hombres, y bajo el imperio de este sentimiento dio a luz a una niña que otros pechos tuvieron que amamantar, porque no quiso ni verla siquiera...
En Bárbara está demasiado presente la figura del hombre, que la ha configurado como criatura y personificación de su tiempo, haciéndola devenir resultado lógico de su origen, educación y ambiente.
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